Escala

1 taza de arroz arborio

500 g de camarones medianos con cáscara (frescos o descongelados)

1 litro de caldo de mariscos (o vegetal) caliente

2 cucharadas de mantequilla

2 cucharadas de aceite de oliva

1/2 cebolla blanca picada finamente

2 dientes de ajo picados

1/2 taza de vino blanco seco

1/2 taza de queso parmesano rallado

Sal y pimienta negra al gusto

Ralladura de 1/2 limón (opcional)

Perejil fresco picado para decorar

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Preparar los camarones
Lava bien los camarones. En una sartén grande, calienta 1 cucharada de aceite de oliva y saltea los camarones con cáscara durante 2-3 minutos por lado, hasta que estén rosados. Retira y reserva.
Preparar el risotto
En otra olla, calienta el resto del aceite de oliva y una cucharada de mantequilla. Sofríe la cebolla hasta que esté transparente, añade el ajo y cocina 1 minuto más.
Agregar el arroz
Añade el arroz y remueve durante 1-2 minutos hasta que los granos estén nacarados.
Deglasar con vino blanco
Vierte el vino blanco y cocina hasta que se evapore, removiendo constantemente.
Incorporar el caldo gradualmente
Añade el caldo caliente poco a poco, un cucharón a la vez, sin dejar de remover. Espera a que el líquido se absorba antes de añadir más. Esto tomará unos 18-20 minutos.
Finalizar
Cuando el arroz esté al dente y cremoso, apaga el fuego. Incorpora la mantequilla restante, el queso parmesano y mezcla suavemente. Añade sal y pimienta al gusto.
Servir
Sirve el risotto en platos hondos, coloca los camarones encima (puedes pelarlos si prefieres), decora con ralladura de limón y perejil fresco.

Remueve constantemente el arroz mientras añades el caldo. Esto garantiza la liberación del almidón y una textura cremosa.
No enjuagues el arroz antes de cocinar, ya que perderías parte del almidón necesario para la cremosidad.
Usa un vino blanco seco de buena calidad, ya que su sabor se concentra en el proceso.
Sirve de inmediato: el risotto no espera, y es mejor disfrutarlo al momento para que no pierda su textura ideal.