Chilaquiles Rojos Con Huevo Revuelto: la Sinfonía del Desayuno Mexicano
Pocos platillos encarnan con tanta precisión el espíritu del desayuno mexicano como los chilaquiles. Humildes en origen, rebosantes en sabor, y versátiles como pocos, los chilaquiles son una obra maestra cotidiana. Y si a esa base le sumamos el sabor del huevo revuelto, el resultado es una combinación infalible que no solo nutre el cuerpo, sino también el alma.
Los chilaquiles rojos —hechos con una salsa de jitomate bien sazonada y a menudo enriquecida con chiles secos como el guajillo o el pasilla— son un clásico que atraviesa cocinas, fondas, comedores familiares y mesas de brunch con igual dignidad. Su sabor depende tanto de la calidad de la salsa como del punto exacto de cocción: lo suficiente para ablandar las tortillas sin llevarlas a la rendición total.
Los Totopos de Maiz
La clave está en el equilibrio. Los totopos deben conservar algo de su estructura. La salsa debe abrazarlos sin empaparlos en exceso. La textura, como en todo gran platillo mexicano, es parte de la experiencia. Luego viene el acompañamiento: el huevo revuelto, esponjoso y dorado apenas, que agrega una capa de suavidad y proteína al conjunto. No está allí para robarse el protagonismo, sino para complementarlo.
Hay quienes los decoran con crema fresca, queso desmoronado, rodajas finas de cebolla y hojas de cilantro. Otros los prefieren más austeros, apenas con un toque de sal. Y luego están las versiones contemporáneas, que incluyen toppings como aguacate, frijoles o incluso carne al gusto. Cada elección dice algo del paladar de quien cocina y de quien come.

Chilaquiles Rojos con Huevo y Frijoles
Más allá de lo gastronómico, los chilaquiles tienen una carga afectiva. Son desayuno de domingo, comida de mamá, antojo de medianoche. Son memoria de mercado, de abuela, de fondita universitaria. No requieren ceremonia, pero merecen respeto.
Y es que en un mundo que corre deprisa, el chilaquil pide pausa. Se cocina con lo que hay, pero con lo que hay se hace fiesta. El huevo revuelto lo vuelve más abundante, más redondo, más desayuno. Más nuestro
- Tiempo Total: 35 minutos
- Porción: 2 personas 1x
Ingredientes
Para los chilaquiles:
8 tortillas de maíz del día anterior (o bolsa de totopos, tipo nacho)
2 tazas de salsa roja (ver receta abajo)
1/4 de taza de aceite vegetal
1/4 de taza de crema ácida (opcional)
1/4 de taza de queso fresco desmoronado
1/4 de cebolla blanca en rodajas finas
Sal al gusto
Cilantro picado para decorar
Para el huevo revuelto:
4 huevos
1 cda de mantequilla o aceite
Sal y pimienta al gusto
Para la salsa roja:
4 jitomates medianos maduros
1 diente de ajo
1/4 de cebolla
2 chiles guajillo sin semillas e hidratados (opcional para más picante)
Sal al gusto
Agua
Instrucciones
1. Prepara la salsa roja:
- Asa los jitomates, el ajo y la cebolla en un comal o sartén sin aceite hasta que estén dorados y suaves.
- Licúa con los chiles hidratados y un poco de agua hasta obtener una salsa espesa. Agrega sal al gusto.
2. Fríe las tortillas:
- Corta las tortillas en triángulos.
- Fríelas en aceite caliente hasta que estén crujientes. Retira y escurre en papel absorbente.
3. Cocina los chilaquiles:
- En una sartén grande, calienta un poco de la salsa, añade las tortillas fritas y cocina por 2-3 minutos hasta que se impregnen sin deshacerse.
4. Prepara el huevo revuelto:
- En otra sartén, derrite mantequilla a fuego medio. Bate los huevos con sal y pimienta.
- Cocínalos al gusto, moviendo suavemente para que queden esponjosos.
5. Sirve:
- Sirve los chilaquiles calientes, coloca a un lado el huevo revuelto, los frijoles, sirve con crema, queso, cebolla y si lo deseas una ramita de cilantro para adornar.
Notas
- Usa tortillas del día anterior para una mejor textura. (los totopos en bolsa, es lo practico)
- Puedes preparar la salsa en lote y congelarla.
- Añade frijoles negros refritos como acompañamiento para una comida más completa.
- Si prefieres menos grasa, hornea las tortillas en lugar de freírlas.
- Prep Tiempo: 15
- Tiempo de Cocción: 20
- Categoría: Plato principal
- Método: Estufa
- Cocina: mexicana
Nutrición
- Tamaño de la porción: 1 porción
- Calorias: 510 kcal
- Azúcar: 5 g
- Sodio: 580 mg
- Grasa: 28 g
- Grasas Saturadas: 8 g
- Carbohidratos: 46 g
- Fibra: 6 g
- Proteina: 20 g
- Colesterol: 240 mg
Esta receta combina carbohidratos complejos (tortilla de maíz), proteína de alta calidad (huevo), grasas (aceite y crema) y vegetales (jitomate, chile, cebolla). Es una comida completa para el desayuno o brunch. Las grasas provienen principalmente del aceite de fritura y el huevo, por lo que se puede reducir su cantidad usando tortillas horneadas y claras en vez de huevo entero. El contenido de sodio proviene en parte del queso y la salsa; si estás cuidando tu presión arterial, puedes ajustar el uso de sal y queso.