Ubicado en la colonia Juárez el restaurante Agüita Fría es un refugio veracruzano en el corazón de la ciudad en una elegante casona de ladrillo rojo —con herrería original, vitrales y techos altos— Agüita Fría ofrece un ambiente que conjuga lo campestre con lo citadino .
Al entrar se percibe inmediatamente: madera en mobiliario, plantas estratégicamente colocadas y cuadros de truchas, todo acompañado de una selección musical que va desde cumbias del sureste hasta boleros y danzones, generando una atmósfera cálida, relajada y sofisticada.
La estancia se complementa con una terraza trasera que brinda un respiro al bullicio urbano, ideal para quienes buscan un entorno íntimo y acogedor .
Una Propuesta Culinaria de Raíces Veracruzanas
Agüita Fría se erige como una mirada contemporánea a la cocina veracruzana, centrada en dos ingredientes protagonistas poco usuales en la CDMX: trucha y conejo .
Esta apuesta minimalista permite una ejecución técnica bien elaborada y sabores intensos y en verdad memorables.

Platillos Imperdibles
En cuanto a la comida dos fueron nuestras consideraciones: Trucha a las brasas zarandeada
un platillo contundente pero equilibrado, servido con dips de chile seco y habanero, su preparación refleja el dominio de las brasas y la frescura de la trucha y también probamos el Taco de carnitas de conejo, presentado en tortilla azul, con una carne jugosa y ligera, agradable y muy rica aun para quienes tienen cierto prurito de esta carne en particular.
Y de postre un helado artesanal de pistache con un toque de aceite de oliva y sal una delicia aromática y gustativa que de verdad merece la pena.
Conclusión
Agüita Fría es un testimonio de cómo una cocina regional bien ejecutada puede prosperar en una metrópoli. Su ambiente, que fusiona elementos vernáculos y cosmopolitas, invita a una experiencia gastronómica que va más allá del sabor: es una evocación de campo en plena Juárez, respaldada por una selección de platillos honesta, técnicamente impecable y emocionalmente evocadora.
La sencillez de su propuesta —centrada en trucha y conejo, con unas cuantas excepciones muy atinadas— se traduce en un menú enfocado, coherente y lleno de personalidad. En resumen, Agüita Fría ofrece una escapada culinaria memorable dentro de la ciudad, donde cada bocado conlleva una expresión de la herencia veracruzana, refinada y adaptada al paladar contemporáneo.
Restaurante Agüita Fría
Restaurante Agüita Fría- Platillos4/5 BienLa trucha zarandeada, las truchitas fritas y los tacos de carnitas de conejo son memorables.
- Servicio3/5 BienSe valora la cercanía del equipo, especialmente del chef y socio, quienes suelen presentarse en la mesa para explicar el concepto o recomendar platos.
- Ambiente3/5 BienEl diseño interior, con su mezcla de lo rústico y lo elegante, es uno de los aspectos que más conquistan.
lo que nos gusto
- Los postres
- La originalidad de la cocina "campirana"
y no tanto...
- La accesibilidad para personas con problemas de movilidad